
Wilhelm Morgner - The blue Sower
Mis personajes son todos hombres, hombres que tratan de ser interesantes y terminan asqueándome; saco largo (hasta antes de las rodillas) lentes con marcos oscuros, sentimientos profundos y quizás poetas, con algún secreto bien guardado pero que es su cimiento, la base donde o desde donde se armo toda su vida, o toda su historia, o todo su poema.
Por lo general tratan de irradiar una luz especial y encontrar el amor más grande y puro del alma pero se enredan tanto entre palabras que terminan pareciendo sombras inanimadas: descuidadas o abandonadas.
Más allá de la melancolía que chorrean tienen detrás todo el amor del mundo y la claridad del sol, solo que todavía no la hicieron conciencia.
Cuando arda el amor,
no estaré a tu lado,
estaré lejos.
Será por cobardía,
por no sufrir,
por no reconocer que no supe
cambiar todo esto.
Arderá el amor,
arderá su memoria
hasta que todo sea como lo soñamos
como en realidad pudo haber sido.
Pero ya estaré lejos.
Será tarde para lamentos
y nadie podrá todavía asombrarse
de lo que tiene.
Antes que nada, antes
de sospechar
vivamos esto, que más no sea, y que
por ahí es demasiado.
Vivir, sin
que nadie admita; abrir el fuego
hasta que el amor, rezongando, arda,
como si entrara en el porvenir.
P.U. (Dame la mano)