miércoles, 4 de marzo de 2009

En cuanto lo vio cruzó la calle, estaba sentado en un banquito mirando al mar, se paró atrás de él, se quedó mirándolo, como meditando las palabras que quería e iba a decirle y finalmente se sentó a su lado y le habló:
Ya sé, yo sería la primera en viajar –acá me ves- ahora, el mes que viene viajas vos y el que le sigue vuelvo a viajar yo, hasta que algo nos demuestre lo que sea: quizás decidimos que esto es una locura, tal vez yo me quede acá, por un tiempo indefinido, haciendo mi vida, con vos.
–después de pensar un segundo agregó-
yo suelo pintar, podría ponerme a pintar y vender, o tal vez podría vender frutas en la plaza o cortar el pasto; quizás a vos te gustaría quedarte allá viviendo, conmigo, es muy diferente a esto,
-ojeando alrededor-
sí, muy diferente. Pero tiene sus encantos, y hay gente linda.
y... que te gusta hacer a vos? No sé, contame, ¿cantas? ¿Reís? ¿Sabes mover los pies?
–sin dejarlo agregar bocado siguió –
yo no suelo mover los pies, pero sí el cuerpo, y me gusta mucho cantar, pero vos, decime, qué te gusta hacer?
-Él sólo la miraba-
Bueno, no importa ya encontraras algo en el momento que lo necesites allá.
-él seguía mirándola-
-y ella siguió hablando-
Tengo muchos amigos allá, quizás Migui te caiga bien, a veces salimos a caminar y caminamos toda la noche, cantamos y caminamos, y nos quedamos en silencio también.
Migui me hace reír
A vos te gusta reírte?
-mirando con toda la cabeza para arriba dijo-
Mirá que árbol tan extraño, ¿te gustan los árboles?
-él seguía mirándola sin hablar-
Pero, contestame, che!
No conozco tu voz.
Estas bien?
-Ninguno de los dos habló hasta que -
Bueno, debes estar pensando en todo lo que te dije, lo sé, es muy pronto, y no debe ser fácil hacer lo que te planteo, pero hay gente que puede. Tendríamos que esforzarnos un poco, pero valdría la pena.
-Los dos quedaron en silencio, mirándose.-
Bueno, me vuelvo a casa, me quiero dar un baño, hace mucho calor acá, estoy hecha sopa. Pensalo, mañana nos vemos acá, a las 5 de la tarde.
-Ella lo abrazó, se dio vuelta y se fue.-
-Él la vio cruzar la calle.-



Él no entendió una palabra de lo que ella le dijo.
Ella nunca más lo volvió a ver.

me gusta el color de tu pared
y los colores de tu blusa.
las luces que me alumbran,
la vida de la luna,
la gente del mar,
la vida que me dan.

al gran mike,
al sol,
y al viento
mi amor.

la fuerza, el sol, la energía
todas en la palma.

la lengua, el baile y la cara al sol.
energía
emergida